lunes, 21 de junio de 2010

Ideal de vida (parte 1)

En las entradas anteriores "Amor a uno mismo" (partes 1 a la 4) se profundizó sobre el compromiso con uno mismo. En esta entrada se detallará sobre el compromiso con la vida, que tiene que ver con el ideal y la misión de cada uno.

Debemos recordar las tres preguntas fundamentales: ¿quién soy?, ¿para qué estoy? y ¿para dónde voy?
Vamos a responder el "para qué estoy", es decir, la misión, el propósito y el sentido de nuestra vida. La claridad que tengamos en este tema nos permite comprometernos mejor. "A mayor claridad, mayor conciencia; y a mayor conciencia, mayor capacidad para el compromiso". Esto se trata sobre "tomar la vida en nuestras manos".

¿Cuál es el número que hace que una mano sea una mano? Respuesta: nueve...
Resulta importante tener en cuenta que para que una mano sea una mano, no solo hacen falta los cinco dedos, hacen falta también los cuatro espacios entre los dedos. Si no fuera por los espacios, no fuera una mano, fuera una palma como la de los palmípedos (gansos, patos, etc.), con membranas entre las falanges.
Lo que vemos naturalmente es lo que tenemos por delante que son solo los cinco dedos, pero los espacios también son parte de la mano. Lo invisible también es parte de la realidad. Para conocer la realidad tenemos que aprender a ver lo visible y lo invisible. Si no vemos los espacios, en realidad no vemos la mano.
Para que una canción sea una canción se requiere de silencio y sonido. Si no hay silencio, todo es ruido. No basta sólo el sonido.
Para conocer a una persona no solo tenemos que ver lo que vemos, sino lo que no vemos de ellas, que también forma parte importante de su realidad. Los valores que no puedo tocar, lo que las personas aman, lo que quieren en la vida, también es parte de su realidad.
¿Será que lo esencial es invisible a los ojos?
¿Será que lo que no vemos es más importante que lo que vemos?
¿Será que la belleza física y los dones corporales que tenemos, solo son la manifestación de lo que tenemos interiormente?
¿Será que trabajar en nosotros interiormente es tan o más importante que tener un cuerpo sano?

Aprender a ver lo invisible, que es parte de la realidad, es también aprender a vivir. Por lo tanto hablar de mi ideal de vida y de mi misión en la vida es fundamental. Uno está mejor plantado en la vida si vive una vida con propósito y con sentido.

Según estudio de la mayoría de las culturas antiguas, siempre hubo dos temas centrales. Primero: que los jóvenes supieran cuanto antes para qué había venido; porque si uno no sabe a qué ha venido a esta vida, termina tocando la música de otro o se la pasa haciendo ruido. Tocar mi propia música es hacer lo que vine a hacer en la vida. Lo primero que le interesaba a estos pueblos era cuál es la misión de cada persona, qué venía a aportar, qué venía a dar. La segunda preocupación de las comunidades antiguas era que las personas eligieran a la pareja que fuera su mejor compañera o compañero de viaje en la vida, para que mutuamente se ayuden a cumplir su misión personal. No sea que pusieran a su lado a alguien que sea el obstáculo más difícil para realizar su misión en la vida.

Una metáfora: Tres albañiles estaban construyendo algo. Se acerca una persona y le pregunta al primer albañil y le pregunta: Señor, ¿qué está haciendo?; y le contesta de mala gana: ¿no se da cuenta de lo que hago? ¡es obvio!, pongo un ladrillo sobre otro. Va hacia el segundo albañil y le pregunta lo mismo, y le contesta: ¡estoy levantando una pared!. Va hacia el tercero y lo encuentra cantando, lo recibe limpiándose las manos para saludarlo alegremente. Le pregunta: Señor, ¿qué está haciendo?; y le contesta con orgullo: ¡estoy edificando una escuela que va a ayudar a que muchos niños tengan el conocimiento que yo no tuve! ¡y siempre voy a recordar que fui parte de esta escuela! ¡con cada ladrillo que coloco pienso en la escuela que estoy construyendo!
Los tres albañiles realizaban la misma actividad, pero el tercero sabía para qué lo hacía. Y como sabía el sentido de lo que hacía, estaba feliz, tenía ganas y tenía entusiasmo. Hay gente en la vida que se la pasa poniendo ladrillos y habemos otros que edificamos.

El que piensa en positivo, ve lo invisible, siente lo intangible y consigue lo imposible.
Por lo tanto, la actitud que tenga en la vida va a hacer que realmente pueda lograr lo imposible. Mi actitud, que no se ve, es la fuerza que hace que lo logre.

¿Qué es el ideal de vida? ¿qué es la misión en la vida? ¿cómo saber cuál es mi ideal y mi misión en la vida?

(Continuará...)

[Transcripción de conferencia de Roberto Pérez]

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